Artículo publicado hoy martes, 25/09/2012, en el diario La Provincia/DLP


DE TODO UN POCO

Donina Romero

LOS MURMURADORES

Existe un refrán que dice que “muchos murmuradores critican cosas malas de nosotros no por lo que saben de nosotros, sino por lo que nosotros sabemos de ellos”. Y yo así lo creo. A diferencia del agua de los ríos, la murmuración con desafortunados comentarios fluye hacia abajo y hacia arriba, a derecha y a izquierda, y ante ello se debe poner siempre un velo de repulsión, callar porque es la respuesta más sensata y aprovechar la inteligencia para no dejar que otra gota derrame el vaso. La murmuración suele estar cargada de envidia y ser nociva, venenosa, punzante y, lamentablemente, el mundo está lleno de murmuradores que son el excremento pegado a las suelas de los zapatos de quienes les quieren oír. Al murmurador/a jamás se le agota el ánimo de destruir, de reprobar, de vituperar, de censurar, de cotillear porque se siente feliz en ese lodo ya que así es su alma. Creo que este tipo de gente debería reflexionar y comprarse cada fin de semana una tonelada de silencio porque, a la larga, siempre se conoce al personaje y estaría libre de muchos problemas.

El murmurador/a, en su criticismo, suele ver gigantes donde sólo hay molinos de viento y opina inconscientemente sin conocer a la persona enjuiciada, creyendo que sabe algo cuando no sabe nada, a pesar de intentar mirar por encima de las tapias sin conseguirlo. Decía el gran político estadounidense Abrahán Lincoln que “el hombre que murmura sin investigar la verdad de una cuestión no es honesto ni honrado”, y a mí tal pensamiento no sólo me parece un rasgo de sabiduría sino que tales actitudes no solamente no son honestas ni honradas sino una imprudencia envuelta en la temeridad, pues siempre el destino baraja las cartas y al murmurador/a puede caerle encima por calumniador, por hablar más de la cuenta y meterse donde no le llaman el más desagradable infundio, además de cosas más serias, sobre su propia persona al ser acusado/a de una boca deshonesta y llena de mentiras, porque ya se sabe que quien dice lo que quiere de los demás, oye lo que no quiere sobre sí mismo. That is the question.

Sumario: el murmurador/a es siempre un cobarde que se rodea de su corte para atacar públicamente.

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